¿Cómo afectará el fin del confinamiento a la siniestralidad?

La crisis de la Covid-19 ha producido un menor número de accidentes de tráfico y, por lo tanto, de muertes en carreteras. Sin embargo, según alerta el Estudio Carreteras convencionales: el agujero negro de la seguridad vial de la Fundación Línea Directa, presentado este lunes, la nueva normalidad también podrá suponer nuevos riesgos. De acuerdo con el documento, España está en camino de registrar una disminución del 27% en los fallecidos en carreteras convencionales. Sin embargo, el conteo podría quedarse corto. El fin de las restricciones y la proximidad de las vacaciones de verano puede desajustar las estimaciones de los expertos.

De acuerdo con un informe de la Fundación Línea Directa, el auge del turismo nacional tras el fin de la pandemia aumentará los factores de riesgo en las vías interurbanas

El estudio, elaborado por analistas del Instituto de investigación sobre vehículos Centro Zaragoza, alerta de lo que puede pasar a partir de finales de junio. Según el plan de desconfinamiento del Gobierno, gran parte del país habrá pasado, para ese punto, a la fase 3, donde los movimientos entre provincias se iniciarán. El entusiasmo por viajar podría suponer una especie de “tormenta perfecta”, según describe Francisco Valencia, director general de Fundación Línea Directa: “Se utilizará menos el transporte masivo [después del estado de alarma] y se tenderá a utilizar más el coche”.

¿Habrá un repunte de accidentes tras el coronavirus?

El temor de las administraciones vuelve con fuerza una vez que España entra ya en la desescalada. ¿Por qué? Pues sobre todo porque en las próximas semanas se espera un mayor volumen de desplazamientos internos y un mayor uso del coche privado. Precisamente, estos dos factores hacen prever que los datos de fallecidos en secundarias a finales de año volverán a rondar el 75% de las muertes en vías interurbanas, un porcentaje calcado al de la última década. Los trabajos ahora, por tanto, se centran en concienciar a los conductores del peligro que, a fin de cuentas, son los que tienen en su mano reducir las tasas.

Desde que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció el pasado sábado que se permitirá el turismo internacional a partir de julio, ha habido un aluvión en las reservas de hoteles. Las búsquedas para destinos en España aumentaron un 142% en cuestión de horas tras el anuncio del Ejecutivo, según el portal especializado en viajes Destinia.

No solo hay inquietud por lo que pasará una vez terminado el estado de alarma. Los datos que ha dado a conocer la Dirección General de Tráfico (DGT), en un informe del 8 de mayo, sirven como una llamada de atención: entre el 15 de marzo y el 7 de mayo fallecieron en carretera 49 personas, diez de ellas no tenían cinturón de seguridad. Además, ha habido un incremento del 39% en el número de conductores que había superado los límites de velocidad.
Existe preocupación porqué en los meses de confinamiento, los conductores han repetido los principales factores que pueden provocar un accidente: como las distracciones y el exceso de velocidad. Valencia ha recordado que en enero de 2019, la DGT bajó el límite en las carreteras convencionales de 100 a 90 kilómetros por hora, y que, posiblemente “este cambio aún provoca confusión” entre algunos automovilistas.

Además, la posibilidad de que decaiga la inversión en las carreteras secundarias, al no ser una prioridad cuando termine la pandemia, preocupa a los expertos. Esta circunstancia es parte de la “tormenta perfecta”.

La peligrosidad de las carreteras secundarias

El estudio hace un análisis de los accidentes de tráfico en las carreteras convencionales entre 2009 y 2018, con datos de la DGT. Las cifras solo confirman lo que ya se ha ido sabiendo en los informes anuales de Tráfico: ese tipo de vías son las que concentran más muertes. Solo en ese periodo, acumularon el 75% de los fallecidos. Según se puede leer en el informe, el tipo de accidente más recurrente en esa década ha sido el de salidas de vía (35%) mientras que la mayor parte de las muertes ocurrieron en rectas, por colisión frontal. Las comunidades autónomas que han concentrado la mayor cantidad de muertes en las vías convencionales en ese periodo son: Cataluña (17%) y Andalucía (13%). Mientras que las regiones donde menos accidentes de tráfico mortales han sucedido en ese periodo son País Vasco (0,7%) y Cantabria (1%).

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