Objetivo siniestralidad laboral 0: ¿es posible?

El número de trabajadores fallecidos en España en el último año ha crecido tanto que ha alcanzado cifras de 2011, un dato que supone un gran impacto económico y, sobre todo, social.

El año pasado perdieron la vida en España un total de 652 trabajadores, de ellos 506 durante su jornada y 146 al ir o regresar de su puesto de trabajo, según el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social. En comparación con 2017 fallecieron 34 personas más, casi 200 respecto a 2013 y es el dato más elevado desde 2011, cuando murieron 716 empleados.
Además, las estadísticas indican que el total de accidentes laborales sucedidos en el país creció de 1,32 millones del ejercicio anterior a 1,33 durante 2018. En ese sentido, el 51,9% de los accidentes laborales con baja ocurren en las tres primeras horas de la jornada laboral, si bien la segunda hora de trabajo es la que presenta una mayor siniestralidad, ya que en ella se concentran dos de cada diez accidentes.

Ningún trabajo está exento de sufrir un accidente laboral, si bien algunos están más expuestos a un mayor riesgo. Así, al igual la Unión Europea ha fijado el objetivo de llegar a las cero víctimas en el ámbito de la seguridad vial para 2050, partiendo de un primer reto que es reducir al 50% de los accidentes actuales para el año 2020, algunas voces autorizadas inciden en que esta meta también debería trasladarse al ámbito profesional. Para esta hipotética meta, las autoridades, empresarios, sindicatos y trabajadores deben remar en una misma dirección.

Los puntales del Zero Accident Forum se han trasladado al contexto europeo a través del PEROSH (Partnership For European Research in Occupational Safety and Health), con un proyecto que persigue dos tipos de objetivos: un networking de buenas prácticas y fomentar la investigación.
De hecho, el “Zero Accident” se ha consolidado en seguridad y salud laboral como una filosofía de trabajo para la lucha contra la siniestralidad partiendo de la base de que cualquier accidente es evitable.
Numerosas organizaciones han adoptado esta filosofía y es muy frecuente la utilización del citado eslogan incluso como marca registrada y como elemento por el que una organización demuestra que en su seno se hacen las cosas bien en prevención.
Y el movimiento es internacional: lo observamos desde Japón hasta EEUU, pasando por Filipinas o Hong Kong. En España son muchas las compañías que han apostado por esta visión cero: Candesa, Lafarge, Saint Gobain, Volvo, así como el proyecto Cero Accidentes de Trabajo del Gobierno de Cantabria.

La filosofía parece la adecuada y está claro el camino a seguir. Pero ¿es alcanzable? ¿Tendremos cero accidentes en 2050?

Prevención de accidentes de trabajo

Con el fin de evitar cualquier incidente en el trabajo, es indispensable tomar una serie de medidas en todas las fases de la actividad profesional. De este modo, TÜV Rheinland, especializada en servicios técnicos, de seguridad y certificación a nivel mundial, explica algunos puntos que han de seguir todos los estamentos implicados en la cadena laboral.

En primer lugar, todo trabajador debe conocer los riesgos asociados a su puesto de trabajo y las medidas preventivas fijadas por la empresa para evitarlos. Por este motivo, los profesionales
deben prestar atención y la máxima concentración en todos los cursos de formación relacionados con aspectos de seguridad y salud laboral, por muy simples y de sentido común que parezcan.

A su vez, nadie está exento de conocer el protocolo de actuación en caso de emergencia, como por ejemplo tener localizados los extintores, las salidas de emergencia y reconocer a los miembros del equipo de primera intervención, así como saber comportarse en caso de incendio en el edificio. En referencia al lugar de trabajo, se aconseja mantenerlo en óptimas condiciones higiénicas y libre de objetos innecesarios, para evitar accidentes.

Asimismo, para prevenir el riesgo de lesión en el trabajo es importante disponer de equipamientos como tapones para los oídos, orejeras, cascos, gafas de seguridad, guantes o una máscara de cara completa que cuenten con una garantía de seguridad emitida por una entidad independiente.
Si para realizar la tarea se necesita también equipos de trabajo, aparte de que estos deben de estar homologados, hay que seguir las instrucciones de uso y utilizarlo únicamente para las labores para las que fueron diseñados.

Por último, todos los elementos que tienen que ver con el trabajo, como por ejemplo los ascensores, extintores o equipos de aire acondicionado, deben estar correctamente mantenidos y certificados.
Según Anna Gil, directora del área QHSE de TÜV Rheinland: “En aspectos de Seguridad y Salud Laboral toda la cadena de mando tiene responsabilidades; el responsable debe garantizar las acciones preventivas y correctivas proporcionales a la actividad desarrollada y el empleado debe velar por cumplir las medidas establecidas. Así, en caso de riesgo grave e inminente, entendido como aquel que resulte probable racionalmente que se materialice en un futuro inmediato y pueda suponer un daño grave para la salud de los trabajadores, el empleado tiene la obligación de interrumpir la actividad y advertir a su responsable”.


No son pocas las iniciativas que en el ámbito de la seguridad laboral utilizan el término “cero accidentes”. El Instituto Finlandés de Seguridad Ocupacional ha creado el Zero Accident Forum, un lugar de encuentro fundamentado en el aprendizaje mutuo en el que las organizaciones miembro reciben información sobre las mejores prácticas en otros lugares de trabajo gozando de la oportunidad de aprender de las best practices a nivel internacional.

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